¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti;
a todos los que concentran en ti sus pensamientos! – Isaías 26:3
Es fácil preocuparse. Somos una máquina de predicción. Siempre observando, calculando y prediciendo el futuro. El problema es la mayor parte del tiempo nuestras predicciones de pesimismo son erróneas. Toda la preocupación, inquietud, precauciones son en vano. La mayor parte de lo que nos preocupa no sucede. Pero mira todo el tiempo perdido. Mire las oportunidades perdidas de alegría y paz. Nuestra depresión mira al pasado. Nuestra ansiedad mira al futuro. Nos olvidamos de vivir en el ahora. Es por eso que Isaías dijo que debemos fijar nuestros pensamientos en Dios. Si queremos experimentar la paz perfecta de Dios, debemos confiar en Dios. La forma en que confiamos en Él es enfocarnos en Su amor, Su fuerza, Su habilidad. Cuando nos centramos en su amor y poder, nuestras preocupaciones palidecerán en comparación. Nos mantendrá en su paz. Como una persona que navega en un velero, cuando suben los vientos y las olas nos empujan de un lado a otro, mantén tus ojos en la orilla y corrige constantemente tu rumbo. Llegarás a tu destino.
¿Qué podría decirte Dios?
Pausa por 30 segundos de silencio.
La oración de hoy
Padre, cuando empiezo a preocuparme, ayúdame a corregir mis pensamientos y medita en Tu amor y poder. Ayúdame a fijar mis ojos en ti y confiar en ti. Gracias, Señor, que el resultado será Tu paz. AMÉN